Sólo pienso en términos superlativos cuando recuerdo el culto con los pastores Jehu y Lillian Hernández y su congregación de Solid Rock Asamblea de Dios en San Angelo, Texas, el día 6 de mayo. Sentimos una maravillosa presencia del Espíritu Santo desde el mismo principio. Solid Rock no es una iglesia muy grande, sin embargo es reealmente una iglesia dinámica – “on fire”! Cyndie y yo recibimos una gran bendición de parte del Señor gozando de la increíble música y adoración en el culto. No sólo la música con los músicos y el equipo de adoración fue de la más alta calidad sino también la selección de las canciones (tanto en inglés como en español) cuyas letras mostraron una profundidad, corrección teológica, y fueron maravillosamente edificantes. La adoración fue Cristo-céntrica y Pentecostal – adorando en otras lenguas y con entendimiento. Me dieron la libertad de compartir la Palabra de Dios y todos sentimos que el Espíritu Santo nos estaba dirigiendo hacia alturas de más dedicación para alcanzar a los perdidos y engrandecer el Reino de Dios. No hubo necesidad de persuadir a la congregación de parte del Pastor Jehu cuando les invitó a los altares . Todos llegaron al frente para un tiempo prolongado de ministerio – orando para los enfermos, presentándonos de nuevo al servicio del Señor de la Mies, y suplicando por varias necesidades representadas. Se trataba del tercer culto que había predicado ese domingo y a pesar de ello sentí renovado por la maravillosa presencia de Dios. La madre del pastor estuvo presente y nos mostró una foto donde mi padre y yo estuvimos con ella en una convención años atrás. Ella tenía recuerdos de mi padre en una convención en la Ciudad de México cuando volvía a Cuba (en los años ’40?). ¡Qué preciosa guerrera de Dios y todavía en la lucha! Después del culto gozamos de la fraternidad con los pastores y su preciosa familia. Tengo que confesar que nos disfrutamos grandemente de la compañía y la conversación con nuestros nuevos amigos y (por fe) socios en nuestro ministerio misionero. Cuando abrimos el sobre con el donativo para la obra nos quedamos bociabiertos – WOW! La ofrenda más grande que habíamos recibido hasta el momento en este itinerario. La verdad es que, aunque no hubiéramos recibido tan generosa ofrenda, Cyndie y yo todavía nos habríamos sentido maravillosamente bendecidos y edificados. También agradecemos la habitación de hotel tan cómoda que nos facilitaron. Nos veremos Dios mediante en la Convención del Distrito de West Texas & Plains en Junio.